Un perfume sólido es una fragancia formulada en estado sólido en lugar de líquido. Se compone generalmente de una mezcla de cera (como la cera de abejas), aceites portadores y aceites esenciales o fragancias concentradas. Esto le da una consistencia similar a una barra que puedes aplicar directamente sobre la piel, usualmente en puntos de pulso como muñecas o detrás de las orejas.

Entre sus ventajas destacan:

• Portabilidad: Su formato compacto lo hace ideal para llevar en el bolso o para viajes.
• Aplicación localizada: Permite aplicar la fragancia de forma más sutil y controlada.
• Fórmula sin alcohol: Es una buena opción para personas con piel sensible o que prefieren evitar el alcohol presente en muchos perfumes líquidos.

El perfume sólido se diferencia del perfume líquido en que su formulación se basa en ceras y aceites portadores, lo que le confiere una textura compacta y concentrada, ideal para una aplicación localizada y menos propensa a causar irritaciones, en contraste con los perfumes líquidos que suelen contener alcohol y agua para facilitar su dispersión, generando un aroma más volátil y, en ocasiones, menos duradero.

Además, el formato sólido es más práctico para transportar, ya que evita derrames y es perfecto para llevar en el bolso o durante viajes.

La mejor forma de aplicar un perfume sólido es frotar suavemente la punta de los dedos sobre el producto para calentarlo ligeramente y luego aplicarlo en puntos de pulso, como muñecas, cuello o detrás de las orejas, donde el calor corporal ayuda a liberar y potenciar el aroma.

Para conservarlo adecuadamente, es recomendable guardarlo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa y de fuentes de calor, lo que ayudará a mantener su consistencia y calidad a lo largo del tiempo.